sábado, 2 de agosto de 2008

Fiestas patrias y la noche de la comida peruana

El último 27 de julio la empresa que produce a la gaseosa más popular en el Perú, Inca Kola, decidió realizar la primera edición de lo que se denominó "La noche de la comida peruana". El evento se realizó en el Parque de la Reserva. Además del habitual espectáculo del Circuito mágico de las aguas, hubieron fuegos artificiales, degustación de comidas y un concierto en donde participaron artistas como Fabiola De la Cuba, La Sarita y Maricarmen Marín. Es precisamente del espectáculo de la última de lo que quiero hablar.

No he asistido antes a ningún show de Maricarmen Marín, pero lo del 27 de julio me pareció especialmente interesante. Aun cuando lo que pude ver de su presentación fue básicamente el show usual de este tipo de cantantes, lo que me llamó la atención fue el intro y algunos aspectos de su puesta en escena.
De pronto se apagaron las luces, y comenzaron a sonar los pads graves típicos de los intros de artistas de otro estilos. Este sonido "misterioso" se fue llenando con sonidos electrónicos bastante bien logrados hasta convertirse en un ritmo completamente electrónico con alguna percusión latina. Además de esto había un grupo de bailarines que no eran para nada los típicos de la tecnocumbia. Usaban máscaras en onda surrealista y sus coreografías eran bastante teatrales al comienzo y lo necesariamente sensuales después. El ritmo electrónico se fue transformando en cosa de segundos en el ritmo de la tecnocumbia y empieza el show que todos esperaban.

Hasta ese momento no había reparado en la reacción del público al ver que de pronto aparecían estos bailarines sofisticados con música extraña en el escenario. Cuando Maricarmen Marín entra al escenario el público aun parecía seguir desconcertado por la primera parte del show. Esto se tradujo en que la gente no bailaba ni coreaba como probablemente lo hubiera hecho si Marín hubiera presentado un show más "normal". La cantante se dió cuenta de esto, y antes de que termine el primer tema tuvo que recurrir al recurso de decir cosas en la onda " arriba las mujeres" o cosas de ese tipo para hacer que el público participe.

Me pareció bien que Maricarmen Marín se haya preocupado por realizar un show mejor producido que el que los grupos de tecnocumbia suelen dar. Este tipo de cosas es común verlas en shows de artistas tipo Madonna o Shakira, pero aca no lo es tanto. La misma Fabiola De la Cuba tuvo una presentación bastante más modesta en el aspecto de la coreografía y lo visual. Por otro lado vi que el público mayoritario no está acostumbrado a estas cosas. Es probable que en parte a esto se deba la poca aceptación de artistas con una imágen demasiado occidental en la Lima popular.
Se suele preferir el amateurismo visual de los grupos de tecnocumbia que hacen coreografías bastante modestas y que hacen recordar al antiguo grupo Menudo, y en donde los bailarines suelen ser bastante limitados en su performance. Con tal de que muestre "carne", se podría llamar bailairina a casi cualquier chica que se mueva en un escenario.

Por un lado, no quiero criticar este "amateurismo", por que quizás ese tipo de coreografías y movimientos sean los propios del estilo, y lo de los bailarines de Maricarmen Marín sea algo que debieron guardarse para otro tipo de espectáculos. Quizá debieron guardarse también el intro con música electrónica, podría decir algún fan de la cumbia mas pura. Aunque la cumbia peruana de pura tenga poco.

Sólo quiero resaltar el hecho de cómo 2 lenguajes musicales y artísticos, que pertenecen a 2 mundos sociales distintos, no son entendidos por las otras partes. Es probable que algo similar hayan sentido los primeros seguidores de Los Shapis al verlos hacer sus coreografías y usando esa ropa tan colorida y peculiar que los distinguió. Pero después la cosa cambió. Lo que es raro al principio, puede ser normal después. Que bueno que Maricarmen Marín esté tratando de dar un paso más.

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